domingo, 16 de febrero de 2020

Huella negra: Presencia africana en Guanajuato



En sus fotografías la artista nos plantea una serie de imágenes que se acercan a la pintura colonial americana de los siglos XVIII y XIX. Toma como referencias principales los cuadros de castas mexicanos, especialmente aquellos donde se retrataban a las mujeres negras, en una cotidianidad tan simbólica y prejuiciada como reveladora de sus roles y posiciones sociales y culturales. Cuadros de castas que, si bien se han tomado como ejemplos de la discriminación, al mismo tiempo plantean un reconocimiento de esas otras, difícilmente representadas en pinturas de otras partes del continente y del mundo. También plantea referencias a la pintura occidental, especialmente al retrato. Sus retratos fotográficos se vinculan con el retrato realista, el que sin aspavientos ni cánones presentaba de manera directa los personajes tal cual era, sobre todo a aquellas personas de las clases menos favorecidas y sin notoriedad pública, ya vistos en los personajes de la corte española pintados en grandes formatos por Diego de Velásquez o las gitanas de Corot o La criada de Sívori. El paisaje, otro tema que adquiere relevancia en occidente a partir del sigloXVIII, tiene una participación importante en sus obras, no sólo como una ambientación necesaria, sino como parte del reconocimiento obligado de un territorio que, desde el accidente geográfico o la arquitectura, forma parte de esa identidad reencontrada.

En sus retratos fotográficos la artista asume la identidad de esas otras mujeres, perdidas en el tiempo y la historia. Se despoja de su identidad individual y subjetiva para ponerse literalmente en los zapatos de esas otras mujeres, que pueden hacer parte de su pasado familiar e, indiscutiblemente, de nuestro pasado común. Y, al mismo tiempo, en su acción fotográfica, parece retornar a su identidad desde la posición de esas otras, en un juego que implica el reconocimiento y autorreconocimiento, como un reflejo de la propia existencia, de los roles de las mujeres de todos los tiempos y de todas las condiciones. Esta acción fotográfica, en este juego de reflejos alegóricos, metafóricos y metonímicos, vincula la producción fotográfica de Quintero Castañeda con autoras como Cindy Sherman, Rineke Dijkstra, Shirin Neshat, Carrie Mae Weems y Ayana V. Jackson, ubicándose de manera sutil en el ámbito de la acción política y la denuncia.

Con sus fotografías, Vanessa Quintero Castañeda construye una memoria futura, que puede ser parte de una necesaria construcción de identidad colectiva. Ella recrea momentos y situaciones verosímiles, en lugares dónde se sabe hubo presencia de afromexicanos, como se evidencia en las fotografías de Romualdo García. Sus trabajos se ubican en el límite entre el “falso documento” y la apropiación simbólica y metafórica. Son piezas que señalan y ponen en evidencia, de manera poética y actual, ese pasado oculto, parte de este presente continuo.


CARLOS FERNANDO QUINTERO VALENCIA
Artista e historiador del arte















viernes, 26 de mayo de 2017

INAUGURACIÓN DESDE EL JARDÍN











DESDE EL JARDÍN


Desde el jardín

 Los jardines o paisajes siempre han sido un tema recurrente en diferentes disciplinas del arte, la arquitectura, pintura, dibujo, fotografía. Hasta escritores han plasmado sus mejores pensamientos y sucesos alrededor del jardín. Es un tema que aún se sigue trabajando y se continua reflexionando, donde se plantea esa relación de la naturaleza con el hombre. Muchos podrán decir que es un tema muy visto y poco importante pero que en la actualidad los artistas siguen abordando el jardín como un medio para generar emociones en el espectador.

Este es el caso del trabajo del artista e historiador de arte Carlos Fernando Quintero (Cali, 1968), Desde el Jardín es un proyecto que inicia desde el año de 1998, época de muchos actos violentos en la ciudad de Cali y Jamundí. Y es precisamente a pocos kilómetros de Jamundí  donde queda la casa de campo de su familia y antiguo  taller del artista, rodeada por un enorme jardín que era el lugar para realizar fotografías, dibujos, pinturas y videos, en especial registros a los nenúfares que se encontraban en una fuente en este jardín. Lo que en un inicio era un simple registro, con el tiempo descubre que es una especie de resistencia a los bombardeos entre la guerrilla y el ejército que estaban realizando cerca de la casa. Justo en ese momento comienza asociar los que está registrando con las pinturas de la última serie de Monet, que  pintó cuando se veía venir y durante la primera guerra mundial. Estas asociaciones y la simbología de los nenúfares con la  vida, la muerte y la transformación, más  los enfrentamientos, fueron el detonante para que Quintero comenzara a desarrollar su proyecto.

Las fotografías fragmentadas inician  cuando el artista debe realizar recorridos entre Cali y Jamundí a finales de los noventas, encontrándose  nuevamente  con una serie de actos violentos, el secuestro de la Iglesia La María, atentados en diferentes sitios de Cali, masacres en la zona de Jamundí, generando en el artista un interés por registrar estos atentados a cierta distancia, pero que en las fotografías se logrará sentir esa presencia física con sus múltiples puntos de vista, y con cierta atención de recomponer el espacio y el tiempo fragmentado por el acto violento. Esto dio como resultado fotografías de gran formato de lo que dejó la explosión, con una mirada lejana, queriendo reconstruir con los mismos fragmentos de las fotografías lo acontecido.

En un tercer momento encontramos una secuencia de fotografías y videos que muestra Jardines Reales o sitios donde anteriormente fueron jardines y  donde ocurren un sin número de historias que conviven entre sí y de esas relaciones complejas que se dan ahí, que tienen que ver con la vida y la muerte.

Carlos Quintero nos propone contemplar el jardín desde múltiples puntos de vistas, no le interesa generar en el espectador un impacto, más bien que se conmueva de manera positiva o negativa, que genere reflexiones de lo que somos, lo que vivimos y lo que hacemos, pero sobretodo que esa conmoción sea duradera y que pueda generar inquietudes internas.

Vanessa Quintero Castañeda
Artista visual











Huella negra: Presencia africana en Guanajuato

Las fotografías de Vanessa Quintero Castañeda (Cali, 1979) señalan un pasado a la vez desconocido y olvidado, no sólo en Guanajuato y en ...