LA OTRA MIRADA
Imaginar, ese acto aparentemente inocuo, por lo general se concibe en un plano mental o espiritual. Nos propone una imagen etérea y fugaz, cambiante, modificable, de algo que posiblemente jamás exista o que exista en mundos diferentes al nuestro. También podría plantearse que la imaginación es una ventana a esos otros mundos, los cuáles difícilmente nos atrevemos a asomarnos. Mundos que muchas veces han estado aquí, a nuestro lado, al frente. Otra cosa es cuando el imaginar lleva a la materialización de aquello primordialmente intangible, en un fenómeno cercano a la encarnación, y eso que parecía etéreo, virtual, efímero y de otro mundo, se convierte en una cosa tangible, provista de materia, de sustancia, de carne, de vida. Es en ese momento donde imaginar puede dejar de ser un acto inocuo, sobre todo cuando nuestro mundo se ve invadido de aquellas cosas que nos negamos a ver, a reconocer, a discutir. Lo imaginado materializado se convierte así en el motor de nuestro sentir y nuestras reflexiones, proponiendo trayectorias insospechadas e incalculables. ¿Las imágenes pueden modificar la existencia? La respuesta es claramente afirmativa. Las imágenes modifican el mundo desde la misma existencia, modifican nuestra mirada, nuestros actos íntimos y públicos, nuestro entorno social y político, sin que muchas veces nos demos cuenta de ello. La otra mirada, la primera exposición de mujeres que propone FRONTERA SUR, recoge las tangibles y decididas imaginaciones de seis mujeres con diferentes procedencias vitales y profesionales. Cada una de ellas nos plantea desde su propia mirada su relación con el mundo, con la vida, con su profesión, con su intimidad.
Liliana Cabrera nos ofrece dos esculturas policromas en metal. Con Familia nos acercamos a la estructura primordial de la sociedad, en donde los módulos articulados proponen un juego entre la certidumbre de la estabilidad estructural y una sensación de inestabilidad visual, recreando así la tensión dramática de las relaciones interpersonales. En Falso ensamble la estructura estable se ve alterada por el comentario cromático (el color amarillo en uno de los módulos) que a la vez puede ser armónico y disonante.
Eliana Corredor se centra en las relaciones amorosas en Cómo aman mis amigos. El video nos propone tres perspectivas de las relaciones amorosas actuales, en donde lo visual actúa a la vez como contexto y como comentario, generando una distancia del relato anecdótico, funcionando a la vez como retrato y como metáfora que nos permite acercarnos desde múltiples punto de vista a situaciones que afectan nuestro devenir como individuos en la sociedad actual.
En sus fotografías, Paola de la Cruz determina el eje central de sus preocupaciones vitales y profesionales: la relación del espacio arquitectónico con el ser humano. En sus imágenes encontramos la relación espacial y temporal de tres famosas arquitecturas cercanas al arte. La dimensión de los conductos de ventilación del Centro George Pompidou en París, la imponente arquitectura del MACBA de Barcelona y la arquitectura grandilocuente del Reina Sofía en Madrid destacan la relación de poder entre el arte y el individuo, en arquitecturas que se distancias de las connotaciones tradicionales de lugar sagrado o de culto.
Fernanda Mejía nos propone una serie de analogías entre el medio del arte y los juegos de azar en este caso el Melate (la versión mexicana del Baloto). Como los artistas pueden “jugarse” la vida para lograr acceder al reconocimiento económico y social, la artista “se juega la vida” cada 3 o 4 días para alcanzar el premio deseado. Su obra se convierte así en un comentario sarcástico sobre el ser artista en una sociedad neoliberal y globalizada, mostrándonos por analogía el absurdo sistema de “recompensas y premios” que bien pudiera ser el artístico.
Vanessa Quintero nos enfrenta al infinito espacio natural y nos sitúa en la ínfima de la posición de lo humano. Con sus fotos, provistas de una amplia profundidad de campo, se acerca a los paisajes románticos, a aquellas obras que nos hablan de lo sublime, como un sentimiento que se presenta cuando nos enfrentamos al infinito, a aquello que no podemos imaginar en su completa maginitud.
Como socióloga, Ximena Sabogal ha recurrido a la fotografía como herramienta para conocer mejor a sus sujetos de estudio: los cargueros de la zona de Siloé, quienes día a día transportan sobre sus hombros todos los objetos posibles a lugares inverosímiles. Los retratos de estos personajes parecen ir más allá de la mirada científica. Sabogal ahonda en la identidad de cada una de estas personas y les da el estatus de humano que por su función parecen haber perdido.
Estas seis mujeres imaginan en el mundo. Nos proponen imágenes que parten de su cotidianidad, de sus inquietudes sobre el mundo. Nos plantean cada una esta otra mirada, sin que necesariamente impliquen un compromiso de género. Rosa Olivares, en su artículo Femenino/Feminismo. Mujeres al fin (Revista Lápiz, No. 142. ps. 38-49, Abril de 1998) reflexiona sobre el espacio ganado por las mujeres en el campo artístico, en las últimas décadas. Si bien hay una mayor participación de las mujeres en las artes, ella cuestiona la inclusión de muchas por el hecho de realizar obras con “temas femeninos” y la exclusión de algunas que trabajarían con base en “temas “masculinos”. En La otra mirada se va más allá. Las mujeres imaginan más allá de las condiciones de género, que ya hace parte de la manera en cada una, como individuo, vive en este mundo.
CARLOS FERNANDO QUINTERO
CURADOR
Entrada libre.Hora:2:00pm a 8:30pm
Fundación Frontera SurCarrera 29 No.5A-57 B/ San Fernando(detás de la iglesia de San fernando rey)5565752Cali-Colombia
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